Tras la derrota de Alarcos en 1195, el reino castellano perdió el control sobre los valles del Guadiana y el Tajo, llegando incluso a peligrar la ciudad de Toledo ante el avance almohade. Tras años de inestabilidad, Alfonso VIII por fin reorganizó su ejército y planeó su venganza, consiguiendo que el Papa declarara como cruzada su ansiado enfrentamiento con los musulmanes. Finalmente, en 1212, las tropas cristianas de Castilla, Aragón y Navarra, apoyadas por las órdenes militares y numerosos caballeros de otros reinos, se enfrentaron en una batalla campal contra una fuerza almohade muy superior en número a la suya en la que sería conocida como la batalla de Las Navas de Tolosa. Hoy puedes ponerte en la piel de esos aguerridos combatientes y escribir de nuevo su historia.