En nuestras costas, el primero en florecer es el almendro. Antes siquiera de echar las hojas, ya podemos contemplar sus hermosas flores blancas y rosas. Qué mejor oportunidad para obtener nuestra primera cosecha. Una miel blanquísima parecida a la de romero pero con un sutil toque de amargura que le confiere una personalidad propia.