Si se disfrutan con moderación, los finos anacardos son un complemento óptimo en lo que respecta a la nutrición. Los anacardos son ideales para picar entre horas o después de hacer ejercicio. Convencen por su rico contenido en proteínas y su elevada presencia de ácidos grasos insaturados y poliinsaturados. También contienen triptófano de forma natural, que el cuerpo convierte en hormonas de la felicidad. La gran abundancia de magnesio, hierro, zinc, potasio y fósforo garantiza un buen equilibrio de oligoelementos y nutrientes. En definitiva, esta nuez de raíz brasileña es popular en todo el mundo. No sólo por su brillante equilibrio nutricional, sino por su fino aroma a mantequilla y nueces, que no requiere especias ni potenciadores del sabor.