A diferencia de otras mieles, la miel de mielada de Convivia no proviene del néctar de las flores. En este caso, las abejas recogen una sustancia azucarada producida por insectos como pulgones, moscas blancas y meticélidos, que se alimentan de la savia de árboles como los cítricos, castaños, higueras, moreras, pinos y abetos. De color muy oscuro, casi negro, esta miel se distingue por su consistencia densa y estable: no cristaliza, permaneciendo siempre fluida. El sabor es fuerte y no muy dulce con notas amargas y balsámicas.