Gelatina de té verde

El té verde, cuyos sabores sutiles y refinados seducen, se sublima en esta gelatina con los aromas de yuzu, lima, limoncillo y jengibre. Se puede comer durante todo el año, pero se apreciará especialmente en invierno, cuando se hayan devorado todas tus mermeladas elaboradas en julio y agosto. ¡Una receta que puede sorprender, pero que resulta deliciosa y que es la compañera perfecta para muffins y tostadas! Gracias a su textura flexible, cercana a la de una mermelada, se unta fácilmente para deleitarte. El bote de cristal y su tapón pueden reutilizarse para almacenar productos a granel y son reciclables.