El aceite de baobab es un aliado esencial para combatir la sequedad y la irritación de la piel. Desde el primer contacto, este aceite revela una textura sorprendentemente ligera, casi sedosa, que se desliza sobre la piel con una suavidad envolvente. Penetra rápidamente dejando una sensación de confort inmediato sin ningún rastro de untuosidad. Está especialmente recomendado para pieles secas a muy secas, que requieren una hidratación profunda y reparación diaria. Gracias a su alto nivel de vitamina E, este aceite protege la piel de las agresiones externas, al tiempo que ayuda a mantener su flexibilidad. También es perfecto para calmar las zonas más tirantes, reducir las rojeces y curar pequeñas heridas y zonas agrietadas. Con una aplicación regular, la piel se vuelve gradualmente más resistente y radiante de salud. Este precioso aceite encuentra fácilmente su lugar en la rutina de belleza diaria. Ya sea en sustitución de una crema de día o de noche, se adapta a todas las necesidades durante todo el año. Dependiendo de la estación y el estado de la piel, es posible ajustar la cantidad aplicada, unas gotas son suficientes para cubrir todo el rostro y cuello, sin obstruir los poros, dado que no es comedogénico. Para el cuerpo, sustituye ventajosamente a las clásicas leches corporales, aportando una nutrición intensa, incluso en las zonas más secas como los codos, las rodillas o incluso los talones. El aceite de baobab también es una auténtica revolución para el cabello, especialmente para los largos secos y las puntas abiertas. Utilizado como mascarilla capilar antes del champú, devuelve vigor y brillo al cabello, a la vez que lo protege de las agresiones externas, como el sol y la contaminación. También es perfecto para controlar el encrespamiento y nutrir el cabello rizado o encrespado, que muchas veces carece de lípidos. ¡Visita el blog para aprender más sobre el aceite de Baobab!