Cioccolato Calcagno
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- Fundada en 2018
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cioccolatocalcagno
El pequeño taller conectado a la tienda en Via Maria Vittoria en la esquina con Via Lagrange nació en 1946 y se trasladó a Barriera di Milano en 1961.
En aquella época de posguerra en la que había que reconstruirlo todo, el chocolate se consideraba un bien de lujo, un lujo reservado para las vacaciones.
En aquellos años la tradición turinesa, que no se había extinguido bajo los bombardeos, volvió a resurgir para deleitar los paladares de todos: también llegaba gente de lejos, atraída por la fama de las chocolaterías turinesas. Año tras año, Calcagno creció junto con la ciudad, sin perder su identidad.
Alcanzado el límite de edad, en 2018 llega el momento de elegir el camino a seguir, qué hacer con esta realidad que es mucho más que una Pequeña Fábrica de Chocolate.
En 2018, Alessandra Castelletto asumió el liderazgo de la nueva Calcagno y no lo hizo sola, sino involucrando a un grupo heterogéneo de accionistas, cada uno de los cuales decidió participar en el proyecto aportando experiencia y ganas de hacer negocios.
El objetivo es potenciar la marca Calcagno como una de las marcas que ha contribuido
a la afirmación de Turín entre los grandes del Chocolate. El reto es hacerlo manteniendo el sabor de nuestro gianduiotto y de nuestro chocolate, siguiendo produciendo según la tradición, gracias a la recuperación de máquinas antiguas del antiguo laboratorio, restauradas y devueltas a la vida.
La actividad comenzó en 1946 después de la guerra, en la pequeña empresa de Aldo y Franco en Turín, donde había que reconstruir la ciudad, donde el bienestar era la paz conseguida con dolor y el chocolate un bien de lujo, un placer para las vacaciones. Durante esos años, la tradición turinesa no moría bajo los bombardeos sino que renacía para deleitar los paladares de la familia Saboya y del resto de la población. No solo gianduiotti, también bombones, barritas, cremas para untar que pronto se hicieron populares en los hogares de todos, ¡como los electrodomésticos!
En 2018 un grupo de amantes del chocolate decidió hacerse cargo de la producción de esta empresa y sacar adelante la marca histórica.
Así, la aventura se reiniciaba: el nuevo proyecto CALCAGNO1946® se retomaba a base de tradición e innovación.
Desafíos, exploración de nuevos caminos, trabajo ético y con pasión.
Todos tenemos recuerdos del 'bigote de chocolate' porque se lo robaron del tarro, la boca llena de chocolates porque uno no era suficiente, los reproches constantes y las tentaciones irresistibles.
Esta pasión por el chocolate está ligada a las únicas motivaciones personales de todos los accionistas que comparten la idea de hacer negocios con otros ámbitos, no sólo con la obtención de beneficios.
Trabajando bien, produciendo y proponiendo un chocolate fino que fusiona calidad y selección de materias primas, que son un punto de partida clave.
Seguir las recetas de la tradición y, al mismo tiempo, innovar buscando nuevos sabores.
A esto añadimos otros ingredientes que, en nuestra opinión, son esenciales para el modelo empresarial que queremos alcanzar: credibilidad, pasión, determinación, esfuerzo, valentía, optimismo y respeto.
Esta es nuestra receta que queremos compartir con todos aquellos que deseen “saborearnos”, escucharnos y acompañarnos.
En aquella época de posguerra en la que había que reconstruirlo todo, el chocolate se consideraba un bien de lujo, un lujo reservado para las vacaciones.
En aquellos años la tradición turinesa, que no se había extinguido bajo los bombardeos, volvió a resurgir para deleitar los paladares de todos: también llegaba gente de lejos, atraída por la fama de las chocolaterías turinesas. Año tras año, Calcagno creció junto con la ciudad, sin perder su identidad.
Alcanzado el límite de edad, en 2018 llega el momento de elegir el camino a seguir, qué hacer con esta realidad que es mucho más que una Pequeña Fábrica de Chocolate.
En 2018, Alessandra Castelletto asumió el liderazgo de la nueva Calcagno y no lo hizo sola, sino involucrando a un grupo heterogéneo de accionistas, cada uno de los cuales decidió participar en el proyecto aportando experiencia y ganas de hacer negocios.
El objetivo es potenciar la marca Calcagno como una de las marcas que ha contribuido
a la afirmación de Turín entre los grandes del Chocolate. El reto es hacerlo manteniendo el sabor de nuestro gianduiotto y de nuestro chocolate, siguiendo produciendo según la tradición, gracias a la recuperación de máquinas antiguas del antiguo laboratorio, restauradas y devueltas a la vida.
La actividad comenzó en 1946 después de la guerra, en la pequeña empresa de Aldo y Franco en Turín, donde había que reconstruir la ciudad, donde el bienestar era la paz conseguida con dolor y el chocolate un bien de lujo, un placer para las vacaciones. Durante esos años, la tradición turinesa no moría bajo los bombardeos sino que renacía para deleitar los paladares de la familia Saboya y del resto de la población. No solo gianduiotti, también bombones, barritas, cremas para untar que pronto se hicieron populares en los hogares de todos, ¡como los electrodomésticos!
En 2018 un grupo de amantes del chocolate decidió hacerse cargo de la producción de esta empresa y sacar adelante la marca histórica.
Así, la aventura se reiniciaba: el nuevo proyecto CALCAGNO1946® se retomaba a base de tradición e innovación.
Desafíos, exploración de nuevos caminos, trabajo ético y con pasión.
Todos tenemos recuerdos del 'bigote de chocolate' porque se lo robaron del tarro, la boca llena de chocolates porque uno no era suficiente, los reproches constantes y las tentaciones irresistibles.
Esta pasión por el chocolate está ligada a las únicas motivaciones personales de todos los accionistas que comparten la idea de hacer negocios con otros ámbitos, no sólo con la obtención de beneficios.
Trabajando bien, produciendo y proponiendo un chocolate fino que fusiona calidad y selección de materias primas, que son un punto de partida clave.
Seguir las recetas de la tradición y, al mismo tiempo, innovar buscando nuevos sabores.
A esto añadimos otros ingredientes que, en nuestra opinión, son esenciales para el modelo empresarial que queremos alcanzar: credibilidad, pasión, determinación, esfuerzo, valentía, optimismo y respeto.
Esta es nuestra receta que queremos compartir con todos aquellos que deseen “saborearnos”, escucharnos y acompañarnos.
