Sí, efectivamente es un ciclista. Y sí, lleva un croissant gigante como mochila. Por qué ? Porque es Francia. Con sus líneas minimalistas y su combinación de beige y azul marino, este póster transforma una escena absurda en un ícono visual. À A medio camino entre un cartel gráfico y un guiño a la cultura gastronómica, puede colocarse en las paredes de tu cocina, salón u oficina, en definitiva, allí donde necesites un toque que te haga sonreír.