El cartel del Gran Premio de las Naciones, celebrado en Ginebra el 21 de julio de 1946, es un ejemplo notable del estilo gráfico de la posguerra. El cartel muestra coches de carreras a toda velocidad, simbolizando el regreso de las competiciones automovilísticas tras la Segunda Guerra Mundial. Con colores brillantes y un diseño limpio, el cartel refleja la energía de este período, donde los entusiastas se reunían para celebrar la velocidad y la tecnología. Este Gran Premio, organizado en un marco prestigioso, queda inmortalizado en este cartel, que sigue siendo una pieza de colección muy solicitada. El cartel es hoy una pieza icónica para los fanáticos de las carreras antiguas. sin marco