Este condimento buononaturale con sabor a trufa negra de verano permite abordar uno de los principales defectos de la trufa: su carácter perecedero. Conviene utilizarlo como un clásico aceite de oliva virgen extra, pero atención al delicado regusto a trufa que invadirá el paladar a los pocos segundos de su consumo. Después de la práctica de la caccia e cavatura, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, nuestra trufa se deshidrata y se transforma en laboratorios semiartesanales a lo largo de los Apeninos del centro-sur de Italia. Combínelo tanto con el primer como con el segundo plato para que las comidas sencillas sean memorables.