Nuestra fresa Senga se produce cuidadosamente al pie de los Alpes Dináricos, una tierra centenaria de bayas silvestres y cultivadas. Lo cosechamos y secamos entero, sutilmente suavizado con zumo de manzana, ofreciendo un perfecto equilibrio entre dulzor y acidez. El resultado seduce por su intensa fragancia: una sinfonía de aromas pronunciados que deleitarán el paladar de grandes y pequeños. Su hermoso tamaño definitivamente lo convierte en un regalo inigualable, adecuado para usos desde los más simples hasta los más creativos. ¡Un capricho natural ultra gourmet! Naturalmente rica en fibra, la fresa Senga permite el normal funcionamiento intestinal gracias a su pulpa y a sus pequeños granos (aquenios). Hemos optado por ofrecer este producto a granel para reducir los envases y fomentar un consumo más responsable. ¡Al optar por el granel, damos un paso más hacia un futuro sostenible!