
En 1950, el empresario francés Marcel Bich revolucionó la escritura al fabricar el bolígrafo BIC Cristal Original, que escribía con fluidez y limpieza. Su innovación radica en la formidable combinación de 3 elementos: una punta, un bolígrafo perfectamente esférico y tinta de calidad fabricada en las fábricas de BIC. Desde entonces, la empresa nunca ha dejado de optimizar su bolígrafo Cristal para garantizar una calidad impecable. Con el paso de los años, se vuelve más claro y su tinta, de producción propia, se optimiza constantemente para permitir una escritura cada vez más fluida. Este bolígrafo ahora escribe hasta 2 veces más que la mayoría de los bolígrafos estándar. Un objeto universal, conocido y amado por todos durante décadas, el bolígrafo BIC Cristal ha entrado en la vida cotidiana de millones de hombres y mujeres, estudiantes, profesionales y creadores de todo el mundo, brindándoles satisfacción con cada uso. Icónico, incluso se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y en el Museo de Arte Moderno/Centro Georges Pompidou en París, donde su diseño atemporal continúa fascinando. Porque solo BIC funciona tan bien como BIC.