Estos cerdos viven de forma natural en la estepa húngara, alimentados con maíz, trigo y hierbas: una dieta auténtica y rústica que confiere a su carne una calidad notable. Los jamones se llevan a los secaderos españoles del norte de La Mancha y La Rioja para una curación delicada, a veces durante hasta 3,5 años. Cada pieza alcanza la madurez con el ritmo del tiempo y el aire de la montaña, como en el pasado.Peso variable: cada pieza pesa aproximadamente 2,2 kg.