Pequeños pero no menos adorables, estos pendientes dulces son para las que aman los colores pero en su justa medida. Hechos con vidrio reciclado de edificios en Barcelona, llevan consigo las historias del pasado. Son el perfecto regalo para personas que se preocupan por el medioambiente. El vidrio es pintado a mano con esmalte turquesa de alta temperatura. El color es permanente y no cambia o desaparece con el tiempo. Son resistentes al agua y la luz. La pieza de vidrio se ha montado en una base de plata de ley 925 con un cierre de presión también de plata de ley. La plata es perfecta para gente con piel sensible. La pieza de vidrio mide unos 5mm. Todos los colores se producen de manera artesanal y pueden variar un poco de un lote a otro. Cada par de pendientes se entrega en una tarjeta con el logo de B Glass. Facilita la exposición de los pendientes en cualquier rincón de tu tienda.