Pequeños pero no menos cautivadores, estos pendientes con un diente de león son para soñadores que aman la naturaleza. Hechos con vidrio reciclado de ventanas de los alrededores de Barcelona, llevan consigo las historias del pasado. Son el perfecto accesorio para personas que se preocupan por el medioambiente. Cada pendiente está hecho de dos capas de vidrio con el esmalte depositado entre ellas, todo pintado a mano. Vidrio y esmalte se ha fusionado a alta temperatura para formar una pieza sólida de vidrio con un efecto de profundidad fascinante. Montados en una base de plata de ley 935 con cierres también de plata de ley. La pieza de vidrio mide 9-10mm, y de grosor unos 4mm pudiendo variar un milímetro. Todos los colores se producen de manera artesanal y pueden tener pequeñas variaciones de un lote a otro. Cada par de pendientes se entrega en una tarjeta con el logo de B Glass.