Con un rico perfil de ácidos grasos, incluido el ácido láurico, el aceite de coco ayuda a prevenir la pérdida de agua, retener la humedad y contrarrestar la sequedad. Además, el ácido láurico, que se convierte en monolaurina, un agente antimicrobiano, ayuda a combatir las bacterias y los hongos y reduce las posibilidades de infecciones como el acné. Además, su actividad antiinflamatoria y antioxidantes inherentes alivian las molestias asociadas con el eccema y alivian la piel estresada. Su excelente efecto emoliente hidrata, suaviza y protege los labios secos y agrietados. Además, el aceite de coco orgánico mejora la salud bucal y se puede usar como enjuague bucal. El aceite de coco orgánico actúa como solvente y disuelve la acumulación de suciedad y sebo similar al aceite mientras limpia y suaviza el cuero cabelludo seco y escamoso. También ayuda a tratar la caspa y otros hongos en el cuero cabelludo manteniendo su mejor condición para el crecimiento saludable del cabello. Debido a la penetración superior, el aceite de coco penetra profundamente en el tallo del cabello y acondiciona los mechones de cabello reduciendo la pérdida de proteínas. Este aceite de acondicionamiento profundo controla el encrespamiento y minimiza el quiebre y las puntas abiertas, lo que le da al cabello un aspecto suave y brillante. El aceite de coco orgánico también protege el cabello del daño por calor.