Bajo su campana de cristal se esconde un prado en miniatura: una nube de pequeñas flores secas en tonos marfil, rosa y amarillo, como recogidas en el borde de un camino en verano. Compuesta principalmente por floretes de glixia, esta creación evoca la espontaneidad de las hierbas silvestres y la ligereza de la floración libre. Cada cúpula se ensambla a mano en nuestro taller de Borgoña, en una serie limitada. Esta cúpula atrae por su poesía visual, su formato fácil de integrar en cualquier tipo de interior y su dimensión duradera. Está dirigido a clientes que buscan materiales naturales y una decoración sensible, pero también puede elegirse como un regalo único, para mostrar una atención delicada sin caer en lo convencional. Del lado de la tienda, es un formato ligero, fácil de exponer, con un excelente valor percibido. Encaja de forma natural en una oferta en torno a artesanías, plantas o artículos de regalo. Cada pieza es única y hecha a mano. Fotos no contractuales, el modelo de campana puede variar según la disponibilidad de nuestros proveedores.