manteca de karité

La Manteca de Karité es un auténtico aliado de belleza para la piel y el cabello gracias a los nutrientes que la componen: es rica en ácidos grasos, fitoesteroles, vitamina A y vitamina E. 

También llamada planta de la Eterna Juventud, se utiliza en cosmética natural gracias a sus propiedades reparadoras, protectoras, nutritivas, elastificantes, hidratantes y antiinflamatorias.                                                                            Para utilizar manteca de karité, simplemente toma una pequeña cantidad, caliéntala en tus manos y continúa con la aplicación. 

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, la Manteca de Karité se puede utilizar en el tratamiento de cicatrices por descamación, operaciones, cortes y quemaduras; también es una válida ayuda en el cuidado de las pieles enrojecidas e irritadas por quemaduras solares, eritemas, descamaciones, dermatitis y eccemas, porque calma las rojeces de la piel; también elimina el hormigueo provocado por las picaduras de insectos.                                                                            Puede utilizarse para la prevención y tratamiento de las arrugas, ya que estimula la formación de colágeno y mejora la elasticidad de la piel y además es una excelente protección contra los rayos ultravioleta y reduce el envejecimiento cutáneo provocado por el sol.                                                                            La presencia de vitaminas, ácidos grasos y minerales hacen que la manteca de karité sea adecuada para nutrir e hidratar en profundidad la piel y el cabello. 

Realizar tratamientos de belleza a base de este producto te permitirá tener una piel más elástica, tonificada y tersa y un cabello brillante, hidratado y suave de forma duradera.                                                                            Las notables propiedades emolientes la hacen perfecta para usar en lugar de manteca de cacao. 

De hecho, previene los labios secos y agrietados tras la exposición al sol, pero también por el viento y el frío invernal. 

También se puede utilizar para manos y pies con el mismo fin. 

Siempre en los pies, puede utilizarse para combatir las durezas. 

También podemos usarlo para calmar el dolor tras una quemadura, hidratar cicatrices y reducir el dolor muscular simplemente masajeándolo en la parte dolorida.                                                                            También se puede utilizar en el cabello: aplicar en las puntas antes del champú, las suaviza y previene la rotura, evitando así las puntas abiertas. 

Cuando el cabello esté seco se puede utilizar en lugar de cera para fijar rizos o cabellos cortos.                                                                            Utilizado como crema hidratante también es útil después de la depilación: si utilizamos una navaja podemos utilizarla para hidratar la piel y curar los pequeños cortes inevitables provocados por la cuchilla. 

Del mismo modo, los hombres también pueden utilizarlo para la barba. 

El efecto hidratante es útil para prevenir las estrías durante el embarazo si se utiliza en forma de crema a diario.