El envejecimiento de nuestra piel se acelera por la "glicación" del colágeno y la elastina, que son las estructuras de soporte de la piel. La glicación hace que la piel pierda tono y elasticidad, favoreciendo la aparición de arrugas. La glicación se produce principalmente por un exceso de azúcar en la sangre, por lo que la dieta es importante ya que las toxinas que se introducen con los alimentos se suman a las que se producen en el organismo. La mejor estrategia antiglicante se basa en una nutrición adecuada, ejercicio moderado y diario, y una adecuada suplementación dietética. Por eso, la ingesta dirigida, dosificada y equilibrada de carnosina y ácido lipoico (ambos con actividad antiglicación y antioxidante), así como de jengibre (que previene el deterioro de la elasticidad de la piel), ayuda a prevenir y limitar la destrucción de las fibras de colágeno y elástico, compactando los tejidos y retrasando así el envejecimiento cutáneo. Dosis diaria: 2 cápsulas.