Un alimento para la piel increíble, la manteca de karité es rica y cremosa, repleta de vitaminas A, E y F y bondad pura del árbol. Un alimento natural para la piel, la manteca de karité es muy hidratante para la piel seca, la piel con problemas y la piel expuesta al sol y al viento. Rico en nutrientes, se aplica fácilmente y suaviza muchísimo. Ideal para pieles resecas, hambrientas o muy secas, ¡también es ideal para frotar en el trasero de los bebés! Sin refinar, sin blanquear y totalmente sin adulterar, esta manteca de karité silvestre, orgánica y de comercio justo es producida por cooperativas de mujeres de Ghana, África Occidental, utilizando técnicas de recolección y elaboración que se han utilizado durante miles de años. Libre de cualquier proceso químico, esta manteca de karité conserva todas sus bondades naturales, coloración cremosa y aroma natural a nuez. ¡Está muy lejos de la manteca de karité blanca, dura y refinada, que literalmente se procesa hasta la muerte!