De la esencia de un lugar encantado, de los olores de su tierra y de sus frutos, nace Acqua del Garda.
Todas sus fragancias nacen del deseo de recrear, a través de acordes olfativos únicos, un vínculo invisible pero indisoluble con el territorio del lago de Garda. Un objetivo sencillo y ambicioso a la vez: verter en un perfume las atmósferas y emociones de una tierra fascinante.