Gracias a la acción combinada de las partículas de hueso de albaricoque y los cristales de azúcar, este exfoliante elimina suavemente las células muertas y las impurezas. Refina la textura de la piel y la deja suave y radiante. La miel de limón es conocida por sus propiedades calmantes e hidratantes. Su irresistible fragancia con notas de miel y frutas deja un aroma sutil y agradable sobre la piel. Este exfoliante calma y nutre, aportando flexibilidad y confort a la piel. Su textura rica y fundente envuelve la piel en un velo protector y nutritivo. En un solo paso, tu piel recupera suavidad, luminosidad y confort. Incorpora este exfoliante a tu rutina para un momento puro de bienestar.